El creador de la serie Ramón Campos creó hace 7 años una serie documental que también puedes ver en la plataforma de ‘streaming’
El caso Asunta, uno de los crímenes más mediáticos de la historia criminal de nuestro país que conmocionó a toda España en 2013, se ha convertido en una serie de ficción de la mano de Netflix. Bajo el título El caso Asunta y protagonizada por Candela Peña y Tristán Ulloa en los papeles principales de Rosario porto y Alfonso Basterra, la serie ya está disponible al completo en la plataforma de ‘streaming’ y en ella se explora, esta vez en clave de ficción, los acontecimientos que condujeron al asesinato de la niña de 13 años Asunta Basterra, encontrada sin vida en una pista forestal cercana a la casa familiar de campo de la familia.
Al igual que hace unos meses en El cuerpo en llamas, en la que Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez protagonizaban una serie sobre el también mediático caso de la Guardia Urbana, en El caso Asunta se introducen algunas partes que son puramente ficción, pero también se recrean con absoluta precisión todas las imágenes que se vieron en televisión en su día y se emitieron hasta la saciedad: “La persecución de Alfonso por la calle, el registro de las casas, la llegada al tanatorio, la entrevista a la representante de la familia, la entrevista de cuando adoptaron a Asunta en la Plaza de la Quintana… Y las imágenes del juicio son tal cual”, resumía Ramón Campos en su encuentro con SensaCine con motivo del estreno de la serie.
El productor y guionista, creador de la serie, no era ajeno al caso cuando comenzó a trabajar en la serie de Netflix. Todo lo contrario: en 2017 Ramón Campos y su equipo también fueron artífices de una serie documental El caso Asunta (Operación Nenúfar), que actualmente forma parte del catálogo de la plataforma de ‘streaming’.
La serie documental aborda en tres episodios todos los detalles sobre el caso y el tratamiento mediático tanto de la investigación como del posterior juicio, mientras que, en un cuarto episodio producido después, se recrea el juicio con estudiantes de derecho como “jurado ficticio” para determinar si llegaban al mismo dictamen que el original.
Aunque Ramón Campos reconoce que, tras hacer el documental, pensó que nunca haría una serie del caso, finalmente lo que le hizo cambiar de opinión fueron los testimonios de personas del entorno de Alfonso y Rosario que en el momento de hacer la docuserie no quisieron participar pero le llamaron después de verla. “Cuando se emitió [el documental] y la gente vio el respeto con el que tratábamos el caso y la rigurosidad, esas personas empezaron a contactar para contarnos detalles que nunca nos había contado nadie porque no habían querido hablar en su momento”, cuenta Campos a SensaCine. “Hubo un momento en el año 2021 en el que nos dimos cuenta que teníamos mucho material que nunca se había contado y que ayudaba a entender, si no el momento del asesinato, sí cómo se había llegado a ese momento”.
Sin duda, disfrutar de la serie y de la serie documental son experiencias que van de la mano, pero, mientras hay gente que está viendo -o revisionando- el documental para ver luego la serie protagonizada por Candela Peña, estamos convencidos de que habrá muchos espectadores a quienes les pique la curiosidad por el documental una vez que hayan visto la ficción.
Para gustos, los colores, pero, en opinión de Ramón Campos, ver antes el documental te permitirá apreciar lo maravillosamente hecha y cuidada al detalle que está la serie: “Está bien ver antes el documental. Me parece que, si ves antes el documental, vas a llegar a la serie con la información fresca y con las imágenes muy frescas”, asegura Campos. “Hay una cosa que ha hecho el equipo, con Carlos Sedes a la cabeza, el director, que es recrear tal cual todas las imágenes que se vieron en televisión en su día. Y esas imágenes están en el documental. […] Creo que si ves el documental vas a valorar mucho más todo lo que vas a ver luego en la ficción”.
Sin embargo, Carlos Blanco, el actor gallego encargado de interpretar a uno de los policías que investigó el caso, opina justo lo contrario: “Yo le recomendaría hacerlo al revés ver primero la serie y luego irse al documental”.
Decidas lo que decidas, ambas producciones son fruto de un enorme trabajo de investigación y rigurosidad que merece la pena ver en Netflix.